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sábado, 29 de enero de 2011

Política para apolíticos

Política para apolíticos


“Yo soy apolítico”, seguramente te suena familiar esta frase o incluso quizás alguna vez has hecho esta expresión. Ahora te pregunto yo ¿A qué llamas a político?

Probablemente tu respuesta coincida con algo así: “Estoy arto de la corrupción y la ineficiencia del sistema; del poder  de unos cuantos para su beneficio propio; de la lucha sucia de los partidos; de la prepotencia de los funcionarios; de la burocracia apoderada  de las oficinas de gobierno; de la desigualdad en la impartición de justicia; de la inequidad de género; de la deshonestidad de quienes nos gobiernan”, y así podríamos seguir mencionando todas las situaciones que nos ahogan en prepotencia.

¿Te sentiste identificado? o incluso decidiste también hacerte llamar “apolítico” porque crees que con ello ya estás al margen del escenario escabroso de la política… ¿No crees que te estás lavando las manos nada más?

Para empezar te tengo noticias: todos, sin excepción somos políticos. Lo somos desde el momento en el que tus padres te llevan a asentar al Registro Civil porque con ello te están introduciendo al sistema del que tanto reniegas. Pero no seas tan negativo, piensa cuantos beneficios te ha traído contar con tu acta de nacimiento para hacer trámites… ¡Dentro del sistema de nuevo!

Calma, tú no lo pediste. Esos trámites para ingresar a la escuela, para gozar del seguro social, entre muchos otros, son tu derecho desde que naciste gracias a la  Constitución Política Mexicana que dicta que tienes derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, etc. Recalco, son tus derechos y por lo tanto son inalienables.

No crees que es justo que al disfrutar de tus derechos, hagas tu parte al tratar de ser un buen ciudadano y cumplas con tus obligaciones. No me refiero sólo a ir a ejercer tu voto el día de las elecciones y seguir la normatividad y el respeto de la vida cotidiana... ¡No! Es mucho más que eso.

Quejándote de las malas acciones del gobierno no aportas nada, si no contribuyes en nada ¿de qué te quejas? Analiza cómo se pueden cambiar las cosas si al contrario de ponerte al margen con tu excusa barata de “soy apolítico”, emprendes una acción para hacer una sociedad mejor.

Si crees que aunque te esfuerces no ganarías nada, entonces tu visión cuadrada se sumará a las miles de voces que exigen, pero no hacen nada al respecto. Mejor sé un granito de arena, pero que sea el mejor grano de arena que haya existido: el más ético, el más responsable, el más comprometido y el más decidido a hacer las cosas diferentes.

Si ya te cayó el veinte, ahora encomendémonos a Santo Tomás de Aquino, quien con su “Suma Teológica”, nos da una enseñanza acerca de las leyes humanas y sus palabras sabias allá por el siglo XIII, cuando expuso que el hombre es un animal social y además político ¡Cuánta razón tenía!

Pero si no quedaste conforme con la explicación del porque eres político en el sentido más puro de la palabra, podemos remontarnos a su definición etimológica que viene del griego “polis” que puede traducirse como conjunto de personas, pueblo o sociedad y del sufijo “tica” que quiere decir norma del obrar. Es decir, nos ocupamos de la vida de la “polis”. ¿Vives en una comunidad no? ¡Hola individuo político!

Está muy claro, no vivimos solos. Nuestra propia naturaleza requiere que nos acompañemos de otros para poder subsistir y así ha sido desde la antigüedad.

Te lo cuento con manzanitas: en la sociedad en la que vivimos hay distintos sectores, desde el núcleo más elemental de la misma como lo es la familia, hasta los grupos más complejos como empresas, instituciones, escuelas, iglesias, o sin ir tan lejos en los grupos de amigos hay ciertos roles que cumple cada integrante y sin el cual no funcionaria cada sistema. En cada uno de ellos encontramos una representación y coincidimos en que la finalidad es buscar el bien común de la colectividad.

Espero que hayas descubierto que de una u otra forma eres político desde que llegaste a este mundo y ahora que lo sabes, te invito a que seas un mejor político en tu casa, en tu trabajo, con tus amigos y contigo mismo con la ética como tu mejor aliada.

2 comentarios:

  1. Hola, Maritza:

    Tienes razón, como decía un filósofo cuyo nombre se me escapa, "Todo es política". Los que se dicen "apolíticos", considero, son quienes no se han molestado en involucrarse aunque sea un poco en las artes que, sin embargo, no distinguen a quien las conoce de quien las ignora y a ambos bandos domina, sólo que el conocedor está mejor provisto para analizarlas y así intentar torcerlas en pos del mejoramiento de su ámbito.

    Por cierto, algo que escribí aborda este mismo tema, pero más escuetamente:

    http://deshollinador.wordpress.com/2010/05/14/%C2%ABno-me-interesa-la-politica%C2%BB/

    Espero que sigas escribiendo.

    Un abrazo,
    Sergio Cervantes

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  2. Gracias por tu comentario... realmente me agrada que comprendas lo que quise explicar.

    Te mando un saludo igual =)

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Gracias por ampliar el panorama